RUTA PUENTE TORRES-MORANCHEL

Ruta circular (tramo azul) de unos 8 km que une Valdeganga con la pedanía de Puente Torres y con la Ermita de “El Santo”. Con un recorrido adicional (tramo verde) de 5,4 km (ida y vuelta) hasta Moranchel.

SAN BENITO

A unos 2,5 km del inicio de la ruta, nos vamos a encontrar con los restos de lo que fue la ermita de San Benito. Todo este paraje en el que nos encontramos se llama “La Abadía”, y hace referencia a esta ermita, fundada por los monjes benedictinos.

La primera mención histórica de San Benito la encontramos en un convenio de 1316 sobre los términos, entre los municipios actuales de Chinchilla y Jorquera, concretamente  en esta ermita está el mojón que separa los términos de Jorquera y Chinchilla

Ermita de estilo gótico situada a 2,5km de Valdeganga y  prácticamente a 1 km de Puente Torres. Construida con piedra caliza unida con argamasa (mezcla de arena, cal, ceniza y agua) y enlucida con yesos. Se conservan en pie dos arcos apuntados de estilo gótico por lo que data de los siglos XII a XV.

Podemos ver en la pared del fondo lo que pudo ser el altar y donde podemos ver dos hornacinas rematadas en la parte superior con dos cúpulas en formas de concha. Una de ellas en forma de cruz lo que hace pensar que alojaba una figura de un crucificado, y la de la parte de abajo y de mayor tamaño es donde con toda probabilidad albergaba la talla de San Benito. También es de resaltar como uno de los arcos que todavía se conserva tiene un extraño símbolo que representa para algunos una cruz griega de brazos iguales y cerrada por un círculo. Conducción abovedada que va a parar a la orilla del río y que actualmente se encuentra prácticamente oculta entre la maleza.

También cerca de aquí, se han encontrado dos oquedades en el suelo en forma de tinaja perfectamente conservadas, que según las hipótesis de Franciso López (natural de Valdeganga), eran utilizadas para guardar el agua con la que se purificaban antes de realizar sus oraciones, ya que según el Corán una de sus cinco obligaciones diarias es la de purificarse de su cuerpo mediante el agua, abluciones. Se cree que hubo algunas mansiones de importantes dirigentes musulmanes que, para evitar ir al río a diario, sus criados eran los encargados de mantener llena de agua dichas tinajas.

 

LEYENDA POPULAR:  Según la tradición oral transmitida de generación en generación, en este lugar al que llamamos El Santo, era un lugar muy frecuentado y de mucha devoción, donde se celebraban desde tiempo inmemorial una romería a la que acudían devotos no solo de Valdeganga, sino de pueblo próximos, especialmente se dice que venían de Chinchilla al parecer porque ellos traían también un santo a esta Ermita. Ese día se realizaban todo tipo de celebraciones y festejos en honor al santo, en particular era común la práctica de un juego de competición muy arraigado en nuestro pueblo, como era el lanzamiento de la reja de arado romano, y que ganaba la persona que más lejos la lanzase. Se lanzaba sin carrera de impulso y con un brazo, esta reja pesaba 8 kg, y se lanzaba con la punta hacía arriba, y se intentaba conseguir con un giro de 180 grados que se clavase en el suelo verticalmente. Un año cuando se encontraban en medio de la celebración de este concurso, se presentó un personaje, bien ataviado, montado sobre un caballo blanco, quien sin mediar palabra intervino en el lanzamiento de la reja que según los presentes envió tan lejos que no pudo ser hallada, ya que cruzó el cauce del río. El caballero montó en su caballo y se marchó en silencio tal y como había llegado. Los que estaban allí pasaron de la admiración inicial al miedo, pensando que ese lanzamiento no lo pudo realizar nadie más que el diablo. La noticia se extendió con tal rapidez que pronto el miedo se instaló en los fieles, y la romería dejó de celebrarse y la ermita se abandonó a su suerte. Después de muchos años de abandono un vecino del pueblo recogió la imagen y la subió a su casa, hasta que fue llevada a la Iglesia. Esta talla policromada de gran valor sufrió daños en la guerra civil, pero sirvió para venderla y reparar con el dinero recaudado los desperfectos que la iglesia de nuestro pueblo sufrió durante la contienda.

PUENTE TORRES

Puente Torres es una pedanía de Valdeganga a 4 Km siguiendo el cauce del Río Júcar. En los años 60 las familias que vivían allí se dedicaban a la agricultura de secano o a la huerta. Hubo una escuela prefabricada regida por una maestra nacional. Actualmente muchas casas están cerradas y otras habilitadas como segunda residencias, también se han construido casas rurales.

Hay un puente que une las dos márgenes y sus cimientos parecen que son de origen romano, por aquí pasaba una calzada romana que unía Laminio con Caesaraugusta (Alhambra con Zaragoza) Hay indicios de presencia musulmana en el nombre de Puente Torres, viene del árabe “Qantarat Turrus”, lo que hace pensar que cerca del puente podía haber torres que controlaban el paso. También se sabe del paso de los ejércitos de Abderraman III, Califa de Córdoba cuando se dirigía a Zaragoza a mediar en una revuelta de sus soldados.

Con la expulsión de los musulmanes por Alfonso IX en 1253, se edificó una iglesia, la de San Bartolomé para que pudieran rezar los cristianos y repoblar estas tierras. Finales de 1500 Puente Torres empieza a despoblarse pero seguían celebrándose actos religiosos en dicha iglesia.

En la guerra de la Independencia se mandó hundir este puente y el de Valdeganga, el de Puente Torres se hundió para evitar la invasión de los franceses.

En 1960 se denuncia que en Puente Torres se encuentran diversas vasijas de arcilla y de vidrio al parecer de época romana también y que se destruyen, pidiendo el gobernador civil colaboración al alcalde de Valdeganga para impedirlo. Estos restos se encuentran en el museo arqueológico de Albacete.

También en la rambla del rosado en el margen izquierdo del río, frente a la ermita, se encontraron 22 monedas de Constante y Constancio II de la época romana del siglo IV d C. Se hallaron en 1994 por un vecino de Abengibre y se encuentran en el Ayuntamiento de este pueblo vecino. Su origen más probable es que fueran parte de alguna sepultura.

MORANCHEL

Desde Puente Torres podemos seguir con la ruta hasta Moranchel, unos 5,4 km de ida y vuelta, donde podremos ver la antigua central eléctrica, y la presa que se construyó para este fin. También las antiguas casas cuevas donde vivían los vecinos que trabajaban en dichas instalaciones. Merece la pena realizar dicho trayecto, ya que es de gran belleza paisajística, este paraje era utilizado como zona de recreo y de baño.